En una resolución de 124 páginas, la Agencia española de protección de datos a impuesto dos sanciones al BBVA, que suman 5.000.000 € en total.

La primera de carácter leve, por haber obtenido datos del interesado, que suponen una vulneración de los artículos 13 y 14 del RGPD.

PRIMERO: IMPONER a la entidad BANCO BILBAO VIZCAYA ARGENTARIA, S.A., con NIF AXX26XX6X, por una infracción de los artículos 13 y 14 del RGPD, tipificada en el artículo

83.5.b) y calificada como leve a efectos de prescripción en el artículo 74.a) de la LOPDGDD, una multa por importe de 2.000.000 euros (dos millones de euros).

La segunda, muy grave por vulnerar el artículo 6 del Reglamento General de Protección de Datos, en cuanto a la fórmula utilizada para obtener el consentimiento de sus clientes.

SEGUNDO: IMPONER a la entidad BANCO BILBAO VIZCAYA ARGENTARIA, S.A., por una infracción del artículo 6 del RGPD, tipificada en el artículo 83.5.a) y calificada como muy grave

a efectos de prescripción en el artículo 72.1.b) de la LOPDGDD, una multa por importe de 3.000.000 euros (tres millones de euros).

La resolución completa en https://www.aepd.es/es/documento/ps-00070-2019.pdf

Parece que las sanciones millonarias han llegado para quedarse, tal como se puede extraer de las ultimas sanciones impuestas por diferentes organismos europeos de protección de datos, a Google, Amazon, British Airways, Marriot…

Se desprende de todo ello, la importancia de cumplir con los preceptos legales en el tratamiento de datos personales, dedicando los esfuerzos necesarios en averiguar qué riesgos pueden suponer la practica de ciertas formas de obtener y tratar los datos. Especialmente, cobran valor las evaluaciones de impacto. Es curioso ver como los Responsables y Encargados escatiman la realización de evaluaciones de impacto que permitirían  ver desde todos los ángulos los riesgos de ciertos tratamientos y la forma de llevarlos a cabo.

Como siempre, se evita invertir en algo que se interpreta como un coste evitable hasta que ocurre lo inevitable, la sanción.

Ya lo dice el refrán, “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar” . Aviso a navegantes.