¿Qué es un plan de contingencia?

Un plan de contingencia es un conjunto de procedimientos alternativos a la operatividad normal de cada organización. 

 Su finalidad es la de permitir el funcionamiento de esta, aun cuando alguna de sus funciones deje de hacerlo por culpa de algún incidente tanto interno como ajeno a la organización.

 

Todas las organizaciones, deberían contar con un plan de contingencia actualizado ya que es una valiosa herramienta basada en un análisis de riesgo.

Un plan de contingencia o de continuidad de negocio, permitirá ejecutar un conjunto de normas, procedimientos y acciones básicas de respuesta que se debería tomar para afrontar de manera oportuna, adecuada y efectiva, ante la eventualidad de incidentes, accidentes y/o estados de emergencias que pudieran ocurrir tanto en las instalaciones como fuera de ella.
Los riesgos se pueden eliminar, transferir, mitigar o aceptar. Ello dependerá de varios factores tales como la probabilidad de ocurrencia o impacto del riesgo.

 

Los objetivos del plan de contingencia o de continuidad de negocio.

 

Los objetivos del plan de contingencia son el de planificar y describir la capacidad para respuestas rápidas, requerida para el control de emergencias. Paralelo al plan se debe identificar los distintos tipos de riesgos que potencialmente podrían ocurrir e incorporar una estrategia de respuesta para cada uno, con algunos objetivos específicos:

1.- Establecer un procedimiento formal y por escrito que indique las acciones a seguir frente a determinados riesgos.
2.- Optimizar el uso de recursos humanos y materiales
3.- Un control adecuado para cumplir con las normas y procedimientos establecidos.

Los planes de contingencia son necesarios en todo sistema y no podría dejarse de lado en el tema de seguridad.
¿Cuáles son las etapas de un plan de contingencia o continuidad de negocio?

Haciendo una síntesis para su elaboración la podríamos dividir en cinco etapas.

1.- Evaluación
2.- Planificación
3.- Pruebas de viabilidad
4.- Ejecución
5.- Recuperación

Las tres primeras etapas hacen referencia al componente preventivo y las ultimas a la ejecución del plan una vez ocurrido el siniestro.

Queda claro que lo único que permite que una institución, empresa o persona pueda reaccionar de manera adecuada ante una crisis de seguridad, es mediante la elaboración, prueba y mantenimiento de un plan de contingencia.

 

Un ejemplo claro de la ventaja de disponer de un plan de contingencia o viabilidad de negocio se ha puesto de manifiesto en las acciones tomadas de forma inmediata por aquellas pocas empresas que tenían un plan y han podido cambiar el paradigma de trabajo y seguir operando.

La falta de este plan ha costado y costará cantidades ingentes de dinero e incluso el cierre a muchas empresas.